Desarrollo
psicológico
- El bebé se siente más
seguro y disfruta mucho aprendiendo a nadar, al sentir que
sus padres tienen su atención concentrada en él.
- Incrementa el sentimiento de independencia y de auto-confianza
del bebé. El bebé, aunque todavía no
camine, se puede desplazar en el agua por sí mismo.
Y eso puede favorecer el despertar de su inteligencia. Coloca
al bebé en el camino del aprendizaje.
- El bebé aprende a nadar de una forma divertida y
saludable. Y saber nadar también es una medida de seguridad.
- Estimula la confianza en uno mismo y por lo tanto mejora
la comunicación con los demás.
Desarrollo social
- Ayuda al bebé a iniciar la
socialización sin traumas
- Amplía el horizonte de los juegos compartidos
- Activa la diversión y el espíritu de juego
- Consolida los vínculos de afecto con sus familiares.
- Introduce conductas de auto cuidado, convirtiéndolas
en hábitos sumamente necesarios.
- La convivencia les ayudará a relacionarse mejor,
a compartir actividades junto a otras personas. |